Cuando encontré a Thundercat tan frágil y pequeñito temí por él. Parecía que iba a romperse con tocarlo. Ahora temo, pero de lo bicho que es.
Ha crecido, se ha puesto fuerte, y como podéis ver es de lo más audaz. No hay árbol o agujero que se le resista.
Aquí viene Thundercat. ¡Corred insensatos!