Cuando llegamos nos gustaba su nombre pero no sabíamos si sus dueños se lo habrían puesto por que si o por alguna razón en especial. Y de pronto, durante la sesión, mientras corría lo entendimos; ¡este perro es todo ritmo! Desde que llegamos no paro, rápidamente se fue a buscar un palo para que se lo tiraran una y otra vez. Y aunque hay que decir que ya es un perro mayor tiene la gracia y las ganas de divertirse de un cachorro.
que sesión más divertida!! están muy chulas las fotos!!